¿Qué requisitos se le deben pedir a una buena asesoría fiscal? ¿Todas las asesorías son iguales? ¿Qué es lo más importante a la hora de elegir una asesoría fiscal?
Como empresarios o profesionales, muchas de estas preguntas nos las hemos hecho alguna vez. Es difícil elegir una buena asesoría y al mismo tiempo es una decisión importante, porque las asesorías manejan un recurso importante para nosotros: dinero. Y quien dice dinero, dice también seguridad, ahorro y cumplimiento de las obligaciones tributarias… y sabemos que estar en buenas manos, como los médicos, es importante para nuestra salud y la de nuestra empresa.
Con la perspectiva que otorga más de 50 años de experiencia/ejercicio y más de 1.000 empresas asesoradas, desde Delta Asesores, vamos a dar unas sencillas pautas que nos ayuden a hacer las preguntas adecuadas para elegir a la mejor asesoría fiscal.
1. Se interesan en conocer el negocio
Para realizar un buen asesoramiento fiscal es necesario conocer bien el negocio. Es relevante que en una primera entrevista te pregunten sobre las siguientes cuestiones:
– Cómo está organizado
– La titularidad de los activos
– La estructura de contratos
– Los criterios de amortización y valoración
– La ubicación de las operaciones
– Los ciclos comerciales y operacionales
– Histórico de carga impositiva de la empresa y personal de los gerentes y/o dueños del negocio (¿Cuánto pagas de impuestos?)
– Estructura de la propiedad de los inmuebles y de los activos
Toda esa información nos da el marco de actuación fiscal de una empresa o de un negocio, determina la legislación aplicable y lo que es más importante, permite pensar en una adecuada planificación fiscal orientada al ahorro y a facilitar las transmisiones.
2. Entienden que asesorar es ofrecer soluciones y alternativas
Asesorar es realmente informar de las distintas alternativas y las consecuencias ante un hecho. Nadie conoce mejor el negocio que el propio empresario, por eso, si cuenta con la información adecuada, puede tomar buenas decisiones. ¿Me puedo deducir un vehículo?¿tengo gastos de I+D que se pueden activar en un balance?¿cuál es, fiscalmente, la mejor forma de adquirir un bien?.
Un buen asesor fiscal te dará alternativas y te informará de los riesgos. Un simple asesor fiscal sólo te dirá los riesgos ante una inspección.
3. Gestionan además de asesorar
El asesoramiento cuando la responsabilidad la asume otro es mucho más fácil. Así es que debemos pedirle a nuestro asesor que además de asesorar, gestione, presente los impuestos o tramite la inscripción de determinados actos jurídicos. El objetivo es que nos resuelva problemas.
4. Son un equipo
Las empresas son personas, sin duda, pero si además se trata de empresas en las que confiamos una parte de la gestión de nuestro dinero y el cumplimiento de las obligaciones tributarias, las personas, su preparación y su implicación son todavía más importantes.
Hablar siempre con la misma persona, que conoce la trayectoria de la empresa y que se apoya en un equipo multidisciplinar son la clave.
Pregunta antes de contratar quién llevará tu empresa.
5. Se anticipan y saben de planificación patrimonial
Con la complejidad del mundo actual, tanto del sistema tributario como de los mercados en general, es crucial que un asesor se anticipe a nuestras necesidades. Que te pregunte, que esté al tanto de las novedades fiscales (y sepa aplicarlas) o que antes del cierre de las cuentas anuales haga un borrador o previsión de los impuestos más importantes que nos corresponden, por ejemplo, del IRPF o del Impuesto de Sociedades.
La planificación patrimonial consiste en optimizar el patrimonio familiar o empresarial buscando el ahorro fiscal y económico en la gestión, transmisión y sucesiones.
6. Cuentan con un área jurídica
Ya no podemos pensar que necesitamos un abogado únicamente para ir a juicio. Para abordar correctamente la planificación fiscal y patrimonial de un profesional o de una empresa es absolutamente necesario tener en cuenta la vertiente jurídica.
En el día a día de una empresa, en muchas ocasiones firmamos contratos sin mirarlos y luego nos encontramos con sorpresas. Una buena asesoría fiscal lo sabe y debe contar con un apoyo jurídico, preferiblemente interno.
Ya tienes al menos seis criterios para valorar el servicio que te presta tu asesoría o bien, para hacer las preguntas adecuadas si necesitas una nueva, porque inicias tu negocio o quieres cambiar. Ya sabes, la mejor asesoría fiscal es aquella que se implica, pregunta, planifica y gestiona!