La reciente reforma de la ley concursal se presenta como un intento de frenar las desapariciones de empresas. Con esta reforma, el Ministerio de Economía tiene la previsión de poder crear 200.000 nuevos empleos. Sea posible o no alcanzar tan ambicioso objetivo, lo cierto es que con la entrada en vigor de la nueva ley concursal, tanto empresas como profesionales del sector necesitan una pequeña guía para adaptarse de forma rápida y efectiva a ella.
La principal variación es la eliminación de trabas jurídicas para que empresa y acreedores consigan un acuerdo en la fase preconcursal, facilitando la condonación de deuda o la posibilidad de canjes por acciones de la empresa, lo que implica el interés de ambas partes por su supervivencia.
Además, la empresa podrá pactar con un solo acreedor un acuerdo de refinanciación de la deuda si mejora la posición patrimonial de la misma. Se elimina la necesidad de contar con un experto independiente, como pudiera ser un abogado experto en concursos, bastando en los acuerdos la certificación por parte del auditor de cuentas y el administrador concursal.
Otra novedad es que las empresas se considerarán viables si su negocio genera beneficios, aunque éstos no basten para cubrir sus deudas, lo que introduce un cambio con la legislación anterior. Paralización de embargos y liberación de provisiones, en el caso de los bancos, son los incentivos que la nueva ley propone para quienes lleguen a un acuerdo previo al concurso.
La ley afectará a todo tipo de empresas, con independencia de su tamaño, forma jurídica u orientación profesional. No obstante, a nuestro entender, las más beneficiadas serán las pequeñas y medianas empresas. Así que si estás en esa tesitura o quieres saber cómo afecta a tu negocio, no dudes en llamar a nuestro despacho de abogados en Valencia.